¿Sabías que el destino puede llegar de maneras inesperadas?

Quiero contarte cómo un pequeño gesto cambió mi vida y la de mi familia. En 2013, mi esposa Yolanda y yo llegamos a los Estados Unidos, llenos de sueños y sin muchas respuestas. Mi hermano, al recibirnos, me dio un regalo que, en ese momento, no entendí: un libro, “Padre Rico, Padre Pobre”.

Al principio pensé: “¿Un libro? ¿De verdad?”. Pero por respeto lo abrí, y ese fue el inicio de una transformación. Ese libro cambió mi manera de ver la vida. Lo que parece pequeño, puede tener el poder de cambiarlo todo.

Empecé trabajando en techos, luego pasé por un taller de pintura y más tarde a una fábrica. Aunque el sacrificio era grande, yo quería más. Con Yolanda, comenzamos un negocio de productos de limpieza. No era mucho, pero teníamos esperanza.

Después descubrimos una oportunidad con Primerica. Con nuestra licencia 214, comenzamos a ofrecer seguros, pero pronto me di cuenta de que quería algo más: una solución financiera integral para mis clientes.

Tomé una decisión: un día dejaría mi empleo. Lo escribí en un papel, me lo prometí a mí mismo. Y el día llegó. Dejé mi empleo, compré un van y fundé First Quality Distributor Services. Mi vida estaba cambiando; ya no era un empleado, había despedido a mi jefe. Comencé a tomar el control de mi futuro, pero sabía que aún necesitaba algo más.

Recordé las palabras de Robert Kiyosaki: “Si no tienes un sistema que trabaje para ti, sigues siendo autoempleado”. Fue entonces cuando encontré la oportunidad perfecta: un sistema que trabajara para mí, con productos financieros completos, diseñados para ayudar a mis clientes.

Hoy mi misión es ayudar a otros a proteger su futuro financiero y crear un sistema que trabaje para ellos, tal como lo hice yo. Si estás listo para tomar el control de tu vida financiera, estoy aquí para ayudarte a lograrlo.